Crisis Económica vs. Crisis Ecológica

Para poder hacer una crítica de la economía, en general o casos específicos, es imperativo partir de los fundamentos en sus propuestas teóricas y metodológicas y los cambios que estos han tenido con el avance de la ciencia, la tecnología y la industria en las últimas décadas. Se acentúan los problemas de las formas de producción, distribución y consumo de mercancías, se crean preocupaciones por el medio ambiente al ser la fuente de los recursos naturales – indispensables para que la economía se haga presente – y a la vez el espacio físico que nos permite vivir; en el sentido más práctico del palabra, como una preocupación mucho más alarmante que los economicistas quisieran admitir: el deterioro de los bosques, sequías o inundaciones como nunca antes ocurrieron, erosión de suelos, peligro radioactivo, etc.  En este complejo contexto nos disponemos a encarar los obstáculos que representan los antagonismos entre una crisis económica y una ambiental, ambas evidentes en la dinámica social mundial, para analizar la pertinencia de acoger una y otra teoría para resolver el problema; una de estas teorías o modelos económicos es el Sumak Kawsay (Buen Vivir o Vivir bien) que se está incorporando en el Ecuador durante los últimos años junto con cambios en la matriz productiva que abre espacios para el debate, consensos y disensos, tanto de la teoría que sustenta el modelo como de los métodos y técnicas que se están usando para su materialización.